Este domingo, día 23 de febrero, tuvo lugar la séptima de las pruebas de esta VII edición de las rutas de senderismo que ha vuelto a organizar la Diputación Provincial de Albacete, con 42 citas programadas, para promocionar tanto el turismo, como el deporte y la cultura de nuestros pueblos.
Tras el éxito de las seis anteriores los senderistas se desplazaron hasta la comarca de Monte Ibérico-Corredor de Almansa, para recorrer los parajes cercanos a la ciudad de Almansa que fueron escenario de los combates del 25 de abril de 1707 entre el ejército franco-español de Felipe V y el de los aliados ingleses, holandeses y portugueses del archiduque Carlos de Austria, durante la guerra de Sucesión Española 1701-1715. Estos sitios históricos reciben en conjunto el nombre de Campo de Batalla de Almansa 1707 que son los que recorrieron.
Se trataba de una etapa denominada “Ruta Batalla de Almansa 1707”, circular, de dificultad media y 12 kilómetros de distancia. Con un día soleado aunque fresco a primera hora, sobre las nueve de la mañana, se dirigieron en primer lugar al «Museo Batalla de Almansa», a los pies del Castillo, con tres salas interactivas donde pudieron descubrir todos los detalles de aquella jornada histórica. Allí, les recibiría Javier Sánchez Roselló, alcalde de Almansa y diputado provincial, junto a Herminio Gómez Gascón, director de este Centro de Interpretación «Museo Batalla de Almansa», que sería su guía y maestro durante toda la ruta.
Pudieron observar el recorrido a realizar en una copia del cuadro que F. Pallotta y B. Ligli en 1709 realizaron por encargo de Felipe V, un cuadro de grandes dimensiones y que representa una crónica de lo que aconteció en aquella batalla. Este museo también se exponen algunas piezas históricas cedidas por el Museo del Ejército de Toledo y diverso material recogido del escenario de los combates.
Tras la tradicional foto de familia a los pies del castillo, abandonaron el municipio por el parque donde se situaba la “Huerta de D. Tomás Galiano”, lugar de combates entre la caballería española y la infantería anglo-holandesa. Cruzaron la carretera para dejar el asfalto y coger un camino que les conduciría hasta la Balsa del Concejo y los restos del Molino de la Balsa.
Desde fuera del casco urbano y con algo de altura se podía observar Almansa a lo lejos, con su imponente castillo, y todo el campo donde se desplegaron los soldados para cortar el paso a los otros de La Gran Alianza que venían de levante y que se dirigían hacia Madrid.
Continuaron al lado de la carretera, hasta llegar a Casa Cantos, donde pasaron al otro lado de esta, en dirección a la “Rambla de los Molinos” accidente que dividía al extremo sur del despliegue de los ejércitos. Alcanzaron la cresta del “Cerro Cantoblanco” desde donde se divisa un paisaje muy similar al recogido en el cuadro de 1709 y los lugares estratégicos en la batalla, aprovechando lo escarpado de la Rambla, impidiendo el paso de manera natural, aquí hay un par de hitos que sitúan el lugar en el mapa del cuadro.
Aquí coincide la ruta de la batalla de Almansa con la “Ruta de los Molinos”, señalizada y que pasa por varios Molinos harineros que utilizaban distintos cursos de agua estacionales, nacimientos, fuentes y arroyos, que se unían pasando por esta rambla, y por los distintos molinos, moviendo la rueda que trituraba el cereal, todavía se conservan alguno de estos como el Molino de las Monjas y el Molino Alto donde se sitúa el Aula de Naturaleza con este nombre, hasta el que llegaron. Un paraje sorprendente donde comienza otra ruta pegada al río, con un precioso bosque de galería.
Desde este molino donde se sitúa el aula, sólo les quedaba regresar de nuevo al municipio, pasando por el Cerro Montizón, otro de los sitios históricos de la Batalla de Almansa de 1707.
Llegaron hasta el centro de Almansa, a su plaza más representativa, donde se encuentra la popular «fuente de los patos» que ya aparece en fotografías de principios del siglo XX. Aquí también hay dos de las joyas del casco histórico y que están muy cerca una de la otra, también del museo. El palacio de los condes de Cirat, un edificio del siglo XVI, llamado también la «Casa Grande», lugar donde se encuentra el actual Ayuntamiento de Almansa.
Justo al lado de este, situados ambos en la plaza de Santa María, la Iglesia de Santa María de la Asunción, un monumento resultado de varias etapas constructivas, desde el siglo XVI al XIX. En la puerta de la iglesia aparece inscrita la fecha de 1639. Una única torre de ladrillo visto, barroca, de la segunda mitad del siglo XVIII, se alza en la fachada en el lado del Evangelio. La segunda torre no se construyó por falta de presupuesto.
Didáctica ruta, con un día soleado sin mucho calor, ideal para descubrir las maravillas que esconden nuestros pueblos, y que hizo disfrutar a los cincuenta participantes de esta actividad, y que tanto éxito ha tenido en anteriores ediciones, organizado por la Diputación Provincial de Albacete.
Las siguientes citas serán dos, una el sábado día 29 de febrero, en Villamalea, denominada “Cueva de los Ángeles” una ruta circular, de dificultad media, 13,14 kilómetros de distancia y unas cuatro horas de duración, y otra el domingo. 1 de marzo, en Chinchilla de Montearagón. Unaprueba denominada “Ruta Sierra Procomunal”, circular, de una dificultad media, 16 kilómetros de distancia y unas cinco horas de duración.