Este sábado y domingo, días 30 de noviembre y 1 de diciembre, tuvieron lugar dos nuevas pruebas de esta sexta edición de las rutas de senderismo que ha vuelto a organizar la Diputación Provincial de Albacete, para promocionar tanto el turismo, como el deporte y la cultura que ofrecen nuestros pueblos.
Los participantes visitaron Villa de Ves y Jorquera, ambas pertenecientes a la comarca de La Manchuela, rutas que cierran a lo grande esta VI edición 2019. Se cerraba así una nueva edición de esta iniciativa, tras 635 kilómetros y 39 municipios recorridos con casi 2.000 participantes.
El sábado se celebró la trigésima octava ruta, denominaba “Bº Santuario (La Villa)- Antigua Central Hidroeléctrica 1910 ”, en Villa de Ves, con una dificultad técnica media, un recorrido circular, de 13 kilómetros de distancia y unas cinco horas de duración.
Comenzaba el día soleado y una temperatura agradable para el senderismo. Tras el café en Villa de Ves, los participantes se desplazaron en dos microbuses, ya que aunque el asfalto está perfecto las pronunciadas curvas impediría el paso a autobuses más grandes para llegar al punto de partida en La Villa (cuna del rincón de Ves de la que provienen la mayoría de los pueblos de alrededor, ya que en 1272 Alfonso X le concedió el privilegio de villazgo) a lo alto, sobre una gran roca se podía ver la iglesia del Cristo de la Vida (donde el 14 de septiembre es el día de peregrinación, pero siendo ésta visitada todo el año).
Pasearon por el barrio y antes de abandonar de nuevo La Villa visitaron el antiguo lavadero (restaurado). Desde aquí y debido a la falta de agua en el embalse, pudieron apreciar los restos de las ruinas de la canalización a la antigua central, junto a varios puentes y distintas construcciones más, habitualmente cubiertas por el agua del embalse.
Continuaron descendiendo por una carretera serpenteante hasta llegar a la presa y pasar por un pequeño túnel, que les llevaría hasta encima de la presa misma, para atravesar hacia el otro lado del Embalse del Molinar, donde pudieron contemplar una imponente construcción de obra civil de Iberdrola, terminada en el año 1950, de la cual forma parte: la presa, aliviaderos y tomas de agua que son canalizadas hacia la central hidráulica de Cofrentes.
Ascendieron un pequeño tramo por la carretera asfaltada para coger un desvío que les saldría a la izquierda y les conduciría hasta el Poblado del Molinar, construido por la sociedad Hidroeléctrica Española para alojamiento de sus trabajadores, asignados a las tareas de mantenimiento del Salto del Molinar, un poblado precioso enclavado en un entorno privilegiado junto al río Júcar, aquí, y por cortesía del ayuntamiento, tomaron un rico hornazo típico de la zona junto a fresca bebida.
Tras abandonar este, cogieron un sendero junto a la margen derecha del río Júcar, desde el que pudieron observar el antiguo túnel y canal que conducía el agua hasta la central, restos de las instalaciones utilizadas en la obra, como el puente de acceso al polvorín, las viviendas cueva usadas por los trabajadores que participaron en la construcción de la nueva presa en la inmediata posguerra, además de una frondosa y peculiar vegetación intrincada entre cañones de gran altura. Tras un precioso y vertiginoso recorrido llegaron a la antigua central hidráulica construida en 1910 (la primera de Hidroeléctrica) desde la cual se condujo la electricidad hacia el levante y Madrid; un edificio majestuoso ya con el techo hundido y que acusa un deterioro importante por el abandono y el paso del tiempo.
Ya, desde aquí, solo les quedaba deshacer parte del camino andado hasta la presa donde les recogerían los microbuses para volver de nuevo a Villa de Ves.
Por otro lado, el domingo, otros cincuenta participantes distintos visitaron la bella Jorquera. Una ruta denominada “Barrancos con encanto”, con una dificultad media, un recorrido circular, de 15 kilómetros de distancia y de unas cinco horas de duración.
Arrancaría a las nueve de la mañana desde la Piscina municipal del municipio, donde justo enfrente sale una senda que en descenso les llevaría hasta la parte baja del barranco junto a las huertas y el río Júcar, pasando por el antiguo molino de agua, bordeado una inmensa mole vertical de roca erosionada con tiempo tanto por el agua como por el viento y que les llevaría hasta la presa de Jorquera, para comenzar un ascenso un tanto complicado hasta unas cornisas rocosas bastantes verticales, con unas visas impresionantes del pueblo y de la presa de Jorquera. Ya en lo alto del cañón descubrieron un lugar donde se situó el principal asentamiento Íbero de Jorquera, donde había incluso una pequeña ermita. Hace unos años, en una reforestación de pinos en este lugar, se descubrieron diversas tumbas excavadas en la roca con restos humanos y utensilios de la época que hoy se encuentran en el museo provincial de Albacete.
Continuaron la marcha ascendiendo por una antigua calzada romana llamada “Las Carrilas”, unas de las principales vías de comunicación en la historia de Jorquera y donde dice que se produjo unos de los milagros de la patrona de Jorquera.
Avanzaron un tramo por lo alto del barranco para pasar a otro ya con vistas preciosas de Jorquera y el enclave donde se sitúa con sus importantes regueros del Júcar, aquí, y por gentileza del ayuntamiento pudieron tomar un chocolate calentito con una ricas magdalenas. Siguieron por un camino de labor con campos de cereal, vid o de olivar, hasta llegar al siguiente barranco de “El Saladar”, aquí hubo un antiguo asentamiento urbano donde varias familias vivieron, hoy se conserva solamente la balsa de agua, una fuente de manantial y las huertas con algunos olmos. Descendieron por un sendero hasta llegar de nuevo a la “Cañada de Abengibre”, ya dirección al pueblo para enlazar de nuevo a la primera senda que bajaron y ahora en dirección contraria comenzar el ascenso al municipio pasando ahora por debajo del puente romano y llegando al “Torreón de Doña Blanca” edificado a mediados del siglo XV, y la Iglesia de Sta. María de la Asunción, edificación del siglo XVI, transición entre el gótico y el renacimiento.
Al finalizar la ruta, tomaron un aperitivo para recuperar el aliento y refrescarse antes de la comida, cortesía del Ayuntamiento de Jorquera.
Dos impresionantes rutas, que han hecho disfrutar a los 100 participantes de esta actividad, de las maravillas de entornos naturales que esconden nuestros municipios, gracias a la iniciativa de la Diputación Provincial de Albacete y que cierran un año más una exitosa edición que ha recorrido gran parte de la provincia de Albacete descubriendo bellos rincones que si no fueran por este tipo de iniciativas sería difícil disfrutar.