El presidente de la Diputación de Albacete, Santi Cabañero, ha disfrutado este sábado de la celebración del 75º aniversario de la Cooperativa de Vino San Antonio Abad que Villamalea ha festejado, como merecía la ocasión, en la Casa de la Cultural de la localidad.

Una cita en la que Cabañero ha tenido ocasión de coincidir con una nutrida representación de alcaldes y alcaldesas de la zona, amigos y amigas protagonistas, de una u otra forma, del potente sector agrícola provincial y, más especialmente, de la ‘familia’ vitivinícola.

Junto a Ángel Villafranca, presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de España; a la alcaldesa de la localidad, Ana Teresa García Lozano, con parte de su equipo; al consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo; y al delegado provincial de Agricultura, Ramón Sáez, entre otros representantes institucionales, agrarios y y sociales, Santi Cabañero ha felicitado a la esta mítica cooperativa “por tantos años de prosperidad, aportando y siendo un motor económico para toda la localidad y, por extensión, para toda la comarca de La Manchuela”, de la que es natural el propio presidente de la Diputación, que nació y vive en el municipio vecino de Cenizate.

Cabañero se ha dirigido a los y las protagonistas de la cooperativa San Antonio Abad poniendo en valor que el “impagable el papel que las cooperativas han hecho en nuestros pueblos”. Así, el presidente ha relatado que “muchas veces, el papel de la cooperativa (en algunos casos se puede decir hasta en singular) ha sido el único motor económico que han tenido muchos de nuestros municipios ligados especialmente a la agricultura”, subrayando que han sido “un elemento fundamental contra la despoblación”:

Cabañero: “En una sociedad cada vez más globalizada, con unos mercados cada vez más abiertos al mundo, el tamaño importa y cada vez va a importar más; y los sistemas cooperativos serán más y más necesarios…”

En este sentido, el máximo responsable provincial ha recordado cómo en los años ‘50 y ’60, en los que pequeños propietarios con pequeñas parcelas, por sí solos, no habrían podido competir en el mercado, “muchos de ellos pudieron seguir en sus pueblos porque el hecho de poder asociarse y formar cooperativas así se lo permitió para, con esas ‘pequeñas economías’, continuar subsistiendo; y, sin las cooperativas, eso no hubiera sido posible”.

Pero, al igual que lo fueron entonces, ha afirmado que también son necesarias hoy en día y que lo seguirán siendo para el futuro de los pueblos “porque, en una sociedad cada vez más globalizada, con unos mercados cada vez más abiertos al mundo, el tamaño importa y cada vez va a importar más; y esos sistemas cooperativos que, lo que promocionan y lo que provocan es, precisamente, el asociacionismo frente al individualismo, creo que van a ser cada vez más necesarios para poder competir en cualquier mercado internacional”.

Un mensaje tras el que ha deseado “larga vida a las cooperativas” y, en especial en este 75º ‘cumpleaños’, a la San Antonio Abad de Villamalea, agradeciéndole “lo que ha hecho y hace por su pueblo, por nuestra comarca y por la provincia”.