COMUNICADO DE ESPERANZA CAÑAVATE, HERMANA DE LA DESAPARECIDA MARI CIELOS.

Quiero dedicar este comunicado a todas aquellas familias que como la nuestra han sufrido la desgracia de perder a uno de los suyos de manera injusta, sin tiempo para despedidas, sin avisar, sin estar preparados para su ausencia, sin ni tan siquiera como era el caso de mi hermana María Cielos poder dar un último beso a sus dos hijos menores de edad.



Se del dolor y sufrimiento que supone perder así a un ser querido, de cómo cambia la vida, de cómo ya nunca más serás quien fuiste, pero pese a ello, quiero que sepáis que siempre nos quedará su recuerdo y nunca debemos abandonar el objetivo de que se haga JUSTICIA, y quienes sean los responsables de habernos arrebatado de manera tan vil y despiadada a unos de los nuestros, pague por ello, ese es nuestro único consuelo.

Son cada día más los casos en los que la persona desaparecida es víctima de un homicidio, después la impunidad del delito solo requiere saber esconder bien su cadáver, pues a partir de ese momento parecerá que la víctima nunca existió y su verdugo tendrá pocos motivos para preocuparse.

Esas circunstancias tienen que cambiar, exigimos que cambien, que no salga gratis el delito y que al menos podamos llenar el vacío de nuestras vidas con la búsqueda de la verdad y en la esperanza de que se haga justicia, en la que creo y he creído desde el primer día que fui consciente que mi hermana ya nunca más volvería y sin que ella lo hubiera decidido así.

El próximo día siete de noviembre da comienzo el juicio por la desaparición de mi hermana MARIA CIELOS CAÑAVATE VALVERDE, suceso que se produjo el pasado 10-10-2007, y por cuyos hechos se encuentra procesado el presunto responsable de su desaparición y muerte F.R.G., juicio que con Tribunal del Jurado se celebrará en la Audiencia Provincial de Albacete, imputándosele al procesado un presunto delito de Homicidio.

Quiero que sepáis que pese a mi dolor me siento un poco afortunada, que siempre confié en la justicia, y es por ello que quiero compartir esta pequeña dicha con todos aquellos que como yo, sois también víctimas de la crueldad de quienes nos arrebataron a un ser querido.

También agradecer a todas las personas que han apoyado a nuestra familia y a nuestra causa durante estos más de cuatro años transcurridos desde la desaparición de mi hermana María Cielos, pues gracias a ellos hemos podido tener la fuerza suficiente para continuar luchando en la búsqueda de la verdad y en la esperanza de que un día se hiciera justicia.

Asimismo expresar mi gratitud a aquellas personas anónimas y desinteresadas que con su testimonio en unos hechos de tanta gravedad han ayudado a dar luz sobre las circunstancias en la que mi hermana desapareció aquel fatídico día, pues sin ellos nunca hubiéramos podido llegar hasta aquí.

Quiero agradecer de manera especial la implicación y profesionalidad mostrada por el Juez del Juzgado de Instrucción nº 1 de Hellín, quien como Instructor de la causa ha demostrado su amor y dedicación a la justicia, dignificando su difícil cometido, por lo que pido y deseo, que su ejemplo sea un referente para otros muchos jueces que encontrándose ante hechos similares no actúan con ese mismo valor.

En estos casos de desapariciones detrás de las que se oculta un homicidio, y que cada día son más frecuentes, la figura del Juez y de la Justicia a la que representa tienen que ser los valedores de los derechos de la persona que nunca más volverá, y son ellos quienes tienen la gran responsabilidad de tratar de llegar a la verdad, sin que las dificultades que puedan encontrar en el camino les aparten de ese objetivo.

En los mismos términos y con similar muestra de gratitud me dirijo a la Fiscalía de Albacete, pues el Ministerio Público ha sabido comprender la realidad de la situación, valorando en su justa medida la gravedad de los hechos, estudiando a fondo todos aquellos indicios que hacen posible el que hoy pueda llevarse a juicio al ahora procesado, en el deseo y la esperanza de que su buen hacer se vea recompensado, y que la ética profesional que han demostrado sea igualmente un ejemplo a seguir por muchos otros.

Quiero igualmente aprovechar esta oportunidad para agradecer a los investigadores del Grupo de Homicidios I de la UDEV Central, Comisaría General de Policía Judicial con sede en Madrid, su profesionalidad en la investigación del caso de mi hermana, aun a pesar de las dificultad que suponía el tiempo transcurrido y el encontrarse en una ciudad desconocida, pese a lo cual, con trabajo, dedicación y un esfuerzo inusitado han realizado una labor admirable y me gustaría que así se les reconociera.

Su dedicación y tenacidad en la búsqueda de la verdad, su trayectoria profesional y los resultados obtenidos a lo largo de los años avalan especialmente el trabajo desarrollado, y gracias a ellos la familia hemos sentido que no estábamos tan solos y que por fin se estaba buscando a mi hermana como ella se merecía.

Quiero señalar su humanidad y el respeto que en todo momento han mostrado por mi hermana y toda mi familia, y aunque no descansaremos hasta que podamos enterrar el cuerpo de María Cielos, su labor a lo largo de estos años nos ha servido de ayuda, en tanto en cuanto sabíamos que nos hallábamos en las mejores manos.

Quiero hacer un breve y último apunte dedicado a las personas que a lo largo de estos más de cuatro años tanto nos han defraudado a mí y a mi familia, solo quiero decirles que ahora piensen en la oportunidad que tuvieron y no supieron o no quisieron aprovechar, y que de haber actuado de otra manera hoy podrían mirarnos a la cara de frente, con la trasparencia que muestran unos ojos llenos de honestidad; pero que estén tranquilos, pues mi hermana María Cielos sabrá perdonarlos, ella era una persona con buen corazón, mejor que el que ellos han demostrado tener, y reconozco también que mucho mejor que el mío.

Esperanza Cañavate Valverde.














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