El presidente de la Diputación de Albacete, Santi Cabañero, y el vicepresidente económico y responsable Obras, Fran Valera, han detallado “el impacto, tremendamente importante y positivo” que, en los últimos dos ejercicios (2021 y 2022), han tenido sobre el territorio las distintas actuaciones impulsadas desde la institución, dentro de las que son sus tres grandes líneas de inversiones a disposición de los ayuntamientos para la mejora de infraestructuras municipales: Planes de Obras y Servicios (POS), ‘Dipualba Responde Inversiones’ y ayudas para caminos.

Esos ‘ejes de acción’ o líneas de trabajo han supuesto el desarrollo de 155 POS y de 499 actuaciones dentro del ‘Dipualba Responde Inversiones’ y de las ayudas para vías rurales. En total, 654 obras de mejora que han supuesto a la Diputación un gasto de casi 19.000.000 € (18.924.799,67 €).

El 72,57% de las empresas que han ejecutado esas actuaciones (traducidas en más de 12.000.000 €, el 63’48% del gasto), son de la provincia de Albacete; y el 8,4% (captando un 14’55% del gasto: 2.753.892 €), de Castilla-La Mancha.

Por tanto, casi el 81% de las empresas con las que se han acometido mejoras en las distintas localidades en los dos últimos años, son de la región (y, muy predominantemente, de la provincia de Albacete), lo que supone que prácticamente 8 de cada 10 euros que la Diputación pone a disposición de los ayuntamientos para inversiones en sus infraestructuras, se quedan el empresas de la Comunidad Autónoma y, más de la mitad, en el territorio albacetense.

Menos del 20% de las obras desarrolladas por negocios de otras zonas del país (traduciéndose el gasto en un porcentaje similar, algo por encima del 21%).
Cuando “el discurso se traduce en políticas y, las políticas en realidades”

El presidente provincial ha subrayado este “firme compromiso con el territorio” que demuestra que, para el equipo de gobierno, “el discurso se traduce en políticas y, las políticas en realidades”. Cuestiones que, ha explicado, van mucho más allá de dotar a los ayuntamientos de líneas de ayudas y programas con los que apostar por mejorar los recursos y servicios de los pueblos, porque generan también “un fuerte impacto positivo en las economías locales, en la empresas de proximidad y en la generación de negocio y de oportunidades laborales de las distintas zonas”.

Como han explicado, este es un compromiso se traduce en una forma de hacer y de entender la gestión de los recursos públicos. “Nos propusimos, inmersos en la pandemia, servir de ‘palanca’ para la reactivación económica a las localidades después de una situación tan compleja como la que atravesábamos a todos los niveles, con muchas actividades teniéndose que ir irremediablemente ‘a cero’; y nos hemos volcado en facilitar que así fuera, como muestran las cifras”, ha subrayado el presidente.

“Reducimos la deuda hasta prácticamente hacerla desaparecer: la ‘financiera’, en casi 49.000.000 €; y la ‘sobrevenida’, de otros 11.000.000 €, a raíz de la sentencia sobre la herencia de Purificación Urrea; volcamos los esfuerzos en la mayor apuesta inversora de esta Diputación mientras salíamos de la pandemia, haciéndolo oportunidad; diseñamos las políticas, a medida prácticamente de las necesidades de los ayuntamientos; y apostamos porque la riqueza, se quedara en nuestro territorio, entre nuestros vecinos y vecinas, como reflejan los datos”, ha reiterado.

Incidiendo en que muchas veces lo más sencillo es trabajar sin tener en cuenta estas cosas, Cabañero ha contrapuesto que “estas cosas son las que, verdaderamente, van marcando la diferencia en las distintas localidades, hacia ese desarrollo que, de lo rural, abarca lo provincial”.

Por eso, han agradecido la implicación de los ayuntamientos para hacerlo posible desde esa autonomía local que el gobierno de Cabañero lleva a gala y defiende plenamente; y también la del personal técnico de la Diputación que, desde los proyectos a la tramitación, han ayudado al objetivo.