Este domingo, día 3 de febrero, se realizó la cuarta ruta de la sexta edición de las rutas de senderismo, que organiza la Diputación Provincial de Albacete, para promocionar tanto el turismo, como el deporte y la cultura que ofrecen nuestros pueblos. Tras el éxito de las anteriores en Alpera, Higueruela y Munera los senderistas se desplazaron hasta la comarca de La Manchuela, a Villamalea. Una ruta en plena llanura manchega que siempre sorprende por los parajes que esconde y nada tienen que ver con esa imagen de llanura.
Villamalea tiene tres senderos circulares, señalizados y homologados del término municipal, la prueba que realizaron era la denominada “Paseo por las Huertas” PR-AB 42, circular, de 13 kilómetros de distancia, una dificultad baja y una duración aproximada de cuatro horas. Comenzaba la ruta a las 9.00 horas, desde la fuente del Piojo, tras haber sido recibidos en el casco urbano, tras el café, por el alcalde de la localidad, Cecilio González Blasco.
Con un frío considerable se desplazaban con el autobús al punto de partida, por el camino de Tamayo que sale dirección Este, en el kilómetro 26,4 de la carretera CM 3201, que une Villamalea con Casas Ibáñez, pasando por “La Herrá”, un paraje llano con fértiles tierras siempre rodeados de viñedos, hacia la Fuente del Piojo, por desgracia cada vez con menos agua. El recorrido comienzo justo en la divisoria de aguas del Júcar y Cabriel, dejando la meseta y bajando por amplio valle del Cabriel. Al fondo, se podía observar el otro lado del río (provincia de Valencia), el Moluengo (con 1.041m) y se podía adivinar, los Cuchillos y las famosas Hoces del Cabriel. Esta zona por sus especiales características está declarada como “LIC” (Lugar de Interés Comunitario) y como “ZEPA” (Zona de Especial Protección de Aves). Forma parte de la Reserva de la Biosfera que se nombrará en poco tiempo.
El fin de esta ruta por las huertas era conocer entre otras cosas, el sistema de construcción de la zona (con adobe, tapial, caña, madera, mampostería… humildes pero eficaces), imaginar la forma de vida de los hortelanos, ver sus hornos, adivinar los sitios para criar los animales, observar el sistema de riego, localizar los inseparables olmos siempre junto a la vivienda… Llegaron a la pedanía de Tabaqueos, donde el último sábado de julio se celebra la fiesta de las aldeas. Aquí, al igual que en algunas de las huertas que se encontraron, están plantando nuevos Olmos, árboles que siempre se han vinculado a las casas y plazas, y que por desgracia han ido desapareciendo debido a la Grafiosis del olmo que ha matado miles de ejemplares en toda Europa, ahora están poniendo nuevos árboles preparados para soportar esta enfermedad.
Esta zona está plagada de almendros, que algunos empezaban a florecer, seguro que de aquí a unas semanas el paisaje cambiará por completo, con todos los árboles en flor.
Pasaron por los Sorias, otra huerta medio derruida y donde se encuentran también el gran tronco seco de un olmo, pasaron por un bonito Tollo, se trata de una depresión del terreno y en la parte de abajo crea una impresionante poza abastecida principalmente por el agua de lluvia que va recogiendo la rambla y cae en forma de cascada, Villamalea tiene gran cantidad de estos.
Así, llegaron hasta la Aldea de El Pelegrín, una de las más importantes y también abandonada, en lo alto de una loma y con unas vistas impresionantes, cosa que aprovecharon para almorzar.
Hemos de señalar que en la construcción tradicional de toda la zona, los materiales empleados suelen ser los propios del entorno inmediato, primando su facilidad de obtención, su bajo coste y suproximidad al punto donde van a ser utilizados, comprendiendo: la tierra, la piedra, la madera de pino, caña, arcilla y esparto. La madera predominante es el pino (poco trabajado), en forjados de las cubiertas, entramados, atirantamientos y cargaderos.
Pasaron por Huerta de Las Carrascas, Los Pinos y pudieron visitar la huerta Regio, con una preciosa vivienda, de las pocas que está en pie, y que ha sido recuperada y restaurada siguiendo la tradición y con los materiales antes enunciados. Solo les quedaría pasar por Huerta de Las Carrascas, Los Borjas, los Barracones, casas de La Cabrita y huerto Luna. Antes de concluir la ruta caminaron por restos de la inacabada vía del ferrocarril Baeza-Utiel.
Ya por la tarde, tras la comida y en el salón polivalente del ayuntamiento, acudieron a una charla de Jose Luis Abellan, dueño de quesos artesanos La Rueda del Cabriel, de leche de cabra, y posterior degustación de estos y del vino de la zona.
Sorprendente ruta en Villamalea, que hizo disfrutar a los cincuenta participantes de esta actividad, y que tanto éxito ha tenido en anteriores ediciones, organizado por la Diputación Provincial de Albacete.
La siguiente cita será el próximo sábado, día 9 de febrero, en Villalgordo del Júcar, denominada “Cueva Catalina Cardona”. Una ruta circular, de dificultad media y 16 kilómetros de distancia.