Este sábado y domingo, días 5 y 6 de octubre, tuvieron lugar la XXV y XXVI pruebas de la sexta edición de las rutas de senderismo que organiza la Diputación Provincial de Albacete, para promocionar tanto el turismo, como el deporte y la cultura que ofrecen nuestros pueblos.
Las citas transcurrieron por un lado en la Sierra de Alcaraz, en Peñascosa; y, por otro, en la Sierra del Segura, esta vez en Letur.
El sábado, en Peñascosa, los participantes recorrieron la ruta denominada “Árboles singulares”, circular, de 15 kilómetros de distancia, de dificultad media-baja y cinco horas de duración.
Comenzaron la ruta en uno de la refugios, Fuente de la Peña, de los varios que recorrerían dentro del entorno boscoso de la zona de campamentos dentro de término de Peñascosa, refugios y campamentos a disposición de cualquiera que quiera disfrutar de un entorno natural privilegiado, como bien lo indicaba el alcalde del municipio, Pedro Rodríguez Córcoles, quien les acompañaría durante toda la ruta.
Dirección a la Cañada de Bogarra hacia el refugio, el primero de los árboles singulares que se encontraron fue el Pino-‘espatarrao’, un pino laricino, nombre que recibe por la división de su tronco en varias ramas como si fueran patas “espatarradas”.
Tras varias subidas el siguiente árbol fue el Pino Calixto, que entre un grupo de pinos laricios destaca principalmente por la altura, limpieza y rectitud de su tronco y cúspide piramidal. Estuvo marcado para ser cortado pero fue el forestal llamado Calixto quien evitó su tala. Actualmente forma parte del libro editado por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente como árbol representativo de Castilla La Mancha. Muy cerca de este se encuentra el Pino ‘tirachinas’, en umbría y junto a otros pinos blancos, destaca por la silueta en forma de “tirachinas”.
En lugar un poco más escondido quedaron maravillados por la rareza del Pino Patón, que sus gruesas ramas están curvadas hacia abajo, reposan en el suelo y de ahí se alzan con la apariencia de tentáculos.
Así llegaron al refugio de Mal Paso, lugar acondicionado con bancos y mesas, y por ello aprovecharon para almorzar. Desde aquí cogieron una senda que subía dirección a la finca de Caballería, antes de llegar a esta descubrieron la Carrasca de la Centella, una centenaria encina abatida en parte por un rayo a día de hoy sobrevive aunque muy maltrecha.
Ya en descenso salieron a la carretera de entrada a los campamentos y a un lado de esta se encontraron el Roble Gordo de Caballería, un roble salvado de la tala que en la zona se realizaban para hacer carbón vegetal. Siguieron esta carretera dirección al refugio del Mal Paso y al lado derecho de la calzada descubrieron una joya de la naturaleza, el Pino-Roble, forma parte del escudo heráldico de Peñascosa, pino centenario nacido en el interior de un roble milenario, del que apenas queda una pequeña parte.
Solamente les quedaría, por el camino asfaltado en dirección del Refugio de Mal coger el camino que sale a la derecha de acceso a Portelano, lugar donde se encuentra una viejay curiosa plaza de toros hecha con piedra seca, y al llegar de nuevo al Refugio Fuente de la Peña de donde salieron.
Ya el domingo, con un día soleado como el anterior, y con otros 50 participantes, tuvo lugar la ruta “Ruta Múdejar 2019.Panorámicas de la Villa” circular, de 14 kilómetros y dificultad media-alta, y una duración de unas 4 horas.
Desde la Cruz Blanca, justo encima de la piscina natural del municipio, partieron por la calle San Sebastián donde pudieron observar una portada renacentista de la antigua ermita del siglo XVI, con una magnífica panorámica del casco antiguo y tras atravesar parte de sus fuentes, y molinos de agua, abandonaron el casco urbano por las principales huertas a las que ya se hacía mención la relación Topográfica el Felipe II en el siglo XVI adentrándose en el camino de Los Olivares. Pasado el Barranco Socovos subieron por el monte hasta el Barranco Valones, con unas privilegiadas vistas del pueblo de Letur.
Recorrieron varias acequias con abundante agua, hasta las Alegas, el caserío del Niño Sánchez y cruzaron el Arroyo Letur, lugar que aprovecharon para almorzar antes de iniciar la subida al monte Llano de la Vida, el cual irían bordeando, bajaron primero por una preciosa zona con unas fantásticas vistas para visitar unas cuevas o abrigos realizados en la roca. Continuarían por la cima y con un potente sol, hasta comenzar el descenso hasta la Fuente Siora y hacia el paraje la Maquina de Manuel.
Dos preciosas rutas, de gran interés natural y cultural, que hicieron disfrutar a los cien participantes de esta actividad, que tanto éxito ha tenido en anteriores ediciones, organizado por la Diputación Provincial de Albacete.
La próxima cita será el domingo 13 de octubre, en Caudete, denominada “Sierra Oliva: de Senda de los Cantareros a Casas del Collado”. Una marcha lineal, de nueve kilómetros de distancia, de una dificultad técnica media y con salida a las nueve de la mañana desde ladera sur de Sierra Oliva de Caudete