DIA MUNDIAL DE LA SALUD MENTAL 10 DE OCTUBRE DE 2013

El Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral para personas con enfermedad mental de la Fundación Socio Sanitaria de Castilla la Mancha, situado en Hellín abre sus puertas en febrero del 2004. Desde entonces se han atendido a un total de 196 usuarios procedentes de Hellín, la Sierra del Segura y la Comarca (Campos de Hellín).



En el momento actual se atienden a 128 personas. Para ello la fundación dispone de un equipo interdisciplinar compuesto por 9 profesionales (2 psicólogas, 1 trabajador social, 1 terapeuta ocupacional, 2 técnicos de inserción socio laboral, 1 técnico incorpora, 1 monitora/educadora y 1 administrativo. Así mismo, la Fundación cuenta con una red residencial formada por residencias y viviendas supervisadas.

Hellín cuenta con 2 viviendas supervisadas, en una de ellas se dispone de 2 monitores educadores para la supervisión de lunes a domingo, siendo la otra vivienda de gestión concertada. Los profesionales realizan su trabajo tanto en el centro (programas grupales y atención individualizada) como en domicilio y medio, desplazándose a los lugares anteriormente citados.

También se atiende a las familias de las personas que asisten al centro.

Los profesionales del centro de rehabilitación junto a los usuarios y familiares que atendemos, intentamos que este colectivo sea más visible en nuestra sociedad y que las personas con enfermedad mental dejen de sentir el rechazo de la sociedad y se eliminen mitos e ideas erróneas sobre la enfermedad mental, luchamos cada día contra el estigma facilitando el empoderamiento de estas personas.

Dentro de las actividades que se enmarcan en la celebración del Día Mundial de la Salud Mental (10 de Octubre), que realiza el Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral de la Fundación Socio Sanitaria de Castilla la Mancha, se encuentra este artículo. Os vamos a contar la historia de una persona que es atendida por el centro de Hellín, es un caso real, bajo un nombre falso:

Francisco de 53 años, viene de una familia humilde. Fue al colegio hasta 7º de EGB, y por lo que el recuerda todo era normal, su relación con los amigos, con la familia, etc. Destaca que su padre era algo autoritario.

Tuvo su primer trabajo a los 16 años, era ayudante de mecánico, no recuerda esa época con desagrado. Dice que salía los fines de semana y bebía como hacían sus amigos en aquella época. Después estuvo trabajando con su padre hasta que se fue a la mili. Recuerda que la terminó entera y fue una etapa dura (novatadas, abuso de poder de los mandos…). Al terminar la mili, sigue trabajando con su padre. Sigue bebiendo los fines de semana y la relación con la familia se va haciendo más tensa. La familia quiere que deje de llevar este estilo de vida. Poco a poco empieza a beber todos los días, él recuerda que empieza a “oír voces” (alucinaciones auditivas), a tener miedo de la gente y sentirse perseguido (delirios). Esto hace que cada vez se aísle más de la gente y se sienta solo. Mantiene a duras penas el trabajo después de fallecer su padre. La relación con la madre y la hermana se hace insostenible debido a su enfermedad sin tratar y a su consumo excesivo alcohol.

Recuerda que vivía en una nave industrial, sin medidas de higiene mínimas, sin cocina y sin unas instalaciones adecuadas. Asegura que vivía todo el día por la calle y sin ninguna conciencia de padecer una enfermedad.

Mantiene un alto consumo de alcohol, esto le hace que empeore físicamente y mentalmente (recuerda aumento de delirios y alucinaciones, convulsiones, temblores…), hasta que su médico de atención primaria le derivó a la unidad de Agudos de Albacete (Perpetuo Socorro). Allí le pusieron un tratamiento, aunque no recuerda que le explicaran que le pasaba o que enfermedad tenía. Estuvo ingresado una semana. Al salir volvió a la su casa (nave industrial) y decidió tomarse el tratamiento y dejar de beber. A continuación empezó a ser tratado en la USM de Hellín, sobre el año 2000 más o menos.

En el 2004 el trabajador social de la zona le habló de un centro donde ayudaban a personas con enfermedad mental. Aceptó acudir. Al año siguiente los profesionales del este centro (Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral de la Fundación Socio Sanitaria de Castilla la Mancha), le ofrecen vivir en la primera vivienda supervisada de Hellín, que abrió sus puertas en octubre de 2005.

La valoración de Francisco sobre la asistencia al centro y su experiencia en la vivienda, donde sigue viviendo, es totalmente positiva. Desde que fue derivado por la UMS de Hellín en 2004 hace un repaso de algunas mejoras que se han producido en su vida. Ha mejorado en aspectos como la higiene, la realización de tareas del hogar, mejora en habilidades sociales, ha aumentado los conocimientos sobre su enfermedad y ha comprendido porque escuchaba “voces”. En definitiva ha podido mejorar en sus autocuidados, aumentando su autonomía y su calidad de vida.

Otro aspecto importante para Francisco es que ha recuperado la relación con la familia. Esta entendió su enfermedad y en la actualidad una estrecha relación.

En el aspecto formativo/laboral ha participado en un curso de jardinería de 6 meses y esto le ha ofrecido la oportunidad de trabajar en planes de empleo del ayuntamiento durante 3 meses y en un centro especial de empleo de jardinero durante 2 años.

Para Francisco es muy importante el apoyo que ha tenido desde el centro y sabe que aún hay áreas en las que puede mejorar. Le preguntamos por su futuro, le gustaría tener un trabajo, formar una familia y tener vivienda propia.

¿Son estos deseos diferentes a los de una persona sin enfermedad mental? Tenemos que seguir trabajando hacia la integración social y laboral de personas con discapacidad, concretamente con personas con enfermedad mental, reduciendo el estigma que sufren de la sociedad y facilitándoles las herramientas para construir una vida digna.

Esperamos que este artículo haya ayudado un poquito a conocer mejor a las personas con enfermedad mental y que cuando escuchemos palabras como esquizofrenia o psicosis no pensemos en violencia y peligro, sino que pensemos que detrás de estas etiquetas hay personas que sufren y que no debemos darles la espalda.

Hellín 10 de octubre de 2013