MENSAJE DE NAVIDAD DEL PRESIDENTE DE CASTILLA-LA MANCHA, JOSÉ MARÍA BARREDA FONTES

Un saludo muy cariñoso y feliz Navidad. Les voy a decir desde el primer momento cuál es el mensaje que quiero trasladar aprovechando esta oportunidad.



No quiero hablar como lo hago en las Cortes o como lo hago habitualmente en alguno de los muchos actos institucionales que tengo todos los días del año a lo largo de nuestra geografía. Hoy estoy en sus casas para desearles feliz Navidad, desde luego, pero también para trasladarles confianza, confianza en nosotros mismos y en nuestro futuro.

Yo tengo fe en Castilla-La Mancha y en toda España. Nunca olvido que Castilla-La Mancha es la parte de un todo. El todo es España pero a nosotros nos corresponde defender los intereses de nuestra parte, de Castilla-La Mancha, sin perder la perspectiva del conjunto. Y en ese compromiso durante el 2009 hemos sido capaces de dar un ejemplo que ha sido muy bien valorado en el conjunto del país: el Pacto por Castilla-La Mancha, un acuerdo con empresarios, con sindicatos, en el cual hemos decidido dejar a un lado las diferencias que lógicamente tenemos para defender juntos el interés general.

Yo, como presidente, estoy absolutamente convencido de que la unidad, el esfuerzo compartido, el consenso es siempre mucho más útil que el enfrentamiento sistemático, y si eso es siempre así, en los momentos de crisis, en las situaciones de dificultades no es que sea necesario, es que, desde mi punto de vista, es imprescindible. Por eso yo hago un llamamiento permanente al acuerdo, a la unidad, a conseguir que todos empujen en la misma dirección. Y desde luego quiero aprovechar hoy esta oportunidad para ratificar ese compromiso.

Yo quiero que sepan mis paisanos que su presidente está y estará siempre dispuesto a recibir consejos, a aceptar sugerencias, a atender las críticas que se hagan de forma positiva, de forma constructiva, porque sinceramente pienso que los ciudadanos lo que quieren es que los políticos no nos estemos enfrentando siempre y no seamos capaces de acordar nunca.

Lo que ellos quieren, con buen criterio y con sentido común, es que solucionemos problemas, que seamos útiles, que seamos eficaces, y a eso me dedico. Y lo hago además con fuerza y con pasión, de la única manera en la que sé ocuparme de la Presidencia, que es con cercanía, proximidad y con simpatía en el sentido etimológico de la palabra. Simpatía significa ‘padecer con’, ‘sentir con’, y todo lo que ocurre en Castilla-La Mancha a mí me afecta, nada me es ajeno.

Cuando algún sector, algún grupo, cuando alguna localidad tiene un problema, yo lo siento, y, desde luego, hago todo lo posible inmediatamente, en primer lugar por conocerlo a fondo, y en segundo lugar por tomar las medidas que sean útiles, que sean necesarias para superar las dificultades.

Hace unas pocas semanas, por ejemplo, se manifestaban los agricultores, y con motivos, porque ellos llevan razón cuando reivindican poder vivir con el esfuerzo de su trabajo, y poder cobrar, por lo menos, algo más de lo que les cuesta a ellos producir, que no se quede luego en la cadena de distribución, que tengan beneficios. Es lógico que aspiren a ello como el resto de los sectores.

A los agricultores, a los industriales, al conjunto de la población de Castilla-La Mancha, a los pequeños y medianos empresarios, que lo están pasando mal, quiero decirles que su Gobierno y su presidente está con ellos. Y desde luego a los trabajadores, y sobre todo a aquellos que han perdido su empleo. Ellos tienen que saber que la sociedad les ayuda, les protege, y el Gobierno piensa en ellos, con los empresarios y con los trabajadores cuando hemos elaborado el llamado Plan de Choque para que puedan trabajar aquellos que perdieron su empleo y a los que finalmente también se les acabaron las prestaciones.

Yo sé que la mejor respuesta que podemos dar ahora es dinamizar la actividad económica y por eso estamos dando un impulso a las obras públicas que no tiene precedentes. Y sé también al mismo tiempo que la sanidad, la educación, el bienestar social y la atención a la dependencia en Castilla-La Mancha no pueden retroceder ni un milímetro, al contrario, yo, para orgullo de mis paisanos, quiero decirles que en Castilla-La Mancha tenemos, sin duda alguna, uno de los mejores sistemas sanitarios públicos de toda España, y una calidad en nuestra enseñanza que va mejorando gracias a los profesionales.

Yo tengo fe en Castilla-La Mancha y me gusta proclamarla. Tengo fe porque sé que nuestros jóvenes son los mejores preparados que jamás haya habido en Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y en Toledo. Tengo fe y confianza en Castilla-La Mancha y en su futuro porque sé que todos juntos, trabajando y empujando en la misma dirección, seremos capaces de conseguir cualquier cosa que nos propongamos.

No creo que seamos más que los demás, pero tengo una clara conciencia de que tampoco somos menos, y, por el contrario, estamos demostrando que hacemos las cosas igual o mejor que en el resto de España, y a ese esfuerzo compartido es al que yo convoco a mis paisanos.

En fin, quería hoy, sobre todo, trasladar mi cariño, mi afecto, desearles unas felices fiestas, un próspero 2010 y desearles también que confíen en nosotros mismos. Castilla-La Mancha tiene un gran potencial y entre todos sabremos desarrollarlo.

Un fuerte abrazo.