Cada 21 de diciembre se celebra en España el Día Nacional del Niño con Cáncer, una iniciativa impulsada por la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer y que, junto al Día Internacional delCáncer Infantil(15 de febrero), tiene por objetivo concienciar sobre la necesidad de que todos los niños, en cualquier lugar del mundo, tenganacceso a un diagnóstico y tratamiento preciso ya tiempo.
Cada año se diagnostican hasta 300.000 nuevos casos entre menores de 18 años, de los cuales en torno a1.100 casos corresponden a España. Por fortuna, su mortalidad es relativamente baja, estimándose tasas de supervivencia a los 5 años cercanas al 80% en los países denuestro entorno, y que alcanzan el 100% en algunos tipos concretos de tumores.
Los tumores hematológicosy los del sistema nervioso central son los más prevalentes. Se estimaque cerca del 50% de los niños menores de 15años que padecen cáncer sufren una leucemia -destacan la linfoblástica aguda como la mieloide aguda- o un linfoma, fundamentalmente el linfoma de Hodgkin o algún subtipo de linfoma No Hodking.
El farmacéutico en la educación sanitaria, detección precoz y tratamiento de leucemias y linfomas infantiles
Además de todo lo relativo al uso de los medicamentos, el farmacéutico desempeña un importante papel la educación de los pacientes infantiles de leucemias y linfomas en aspectos como laalimentación, pues los tratamientos y la propia enfermedad pueden ser causa de malnutrición, o la reducción de riesgos de padecer infecciones a las que, por su estado de salud, son más propensos, insistiendo en medidas como el lavado de manos, una buena hidratación, ejercicio físico regular y moderado y evitar el tabaco o las aglomeraciones en ambientes cerrados. Asimismo, el farmacéutico puede orientar a que el enfermo y sus familias contacten y participen en iniciativas de la sociedad civil, como asociaciones de pacientes, con el fin de mejorar la salud y calidad de vida de los niños y adolescentes afectados.
Se considera que la mejor medida preventivaes la detecciónprecoz, pues el comienzo temprano de los tratamientos de leucemias y linfomas es decisivo para su eficacia. Entre los signos de alarma que puede detectar el farmacéutico, y sobre los que debe aconsejar consultar lo antes posible con el médico pediatra, se encuentran: la fiebre de origen desconocido, la pérdida de peso o astenia marcada sin causa aparente, los hematomas sin causa identificada, el dolor de huesos generalizado, las inflamaciones de ganglios linfáticos (o la aparición de “bultos”), el dolor de cabeza o las alteraciones visuales.
En lo que se refiere al tratamiento, como en toda enfermedad larga y en la que se usan diversos medicamentos, es fundamental la labor del farmacéutico en el fomento de la adherencia y en el seguimiento y vigilancia farmacológica.
El papel del farmacéutico en las terapias CAR-T
La reciente irrupción de las terapias CAR-T en el tratamiento de leucemias y linfomas hace que, por su complejidad, sea fundamental la colaboración entre la farmacia hospitalaria y la farmacia comunitaria, con el fin de mejorar la gestión clínica y la continuidad asistencial de estos pacientes. Así, se confirma que la profesión farmacéutica, en sus diversas modalidades de ejercicio, continúa adquiriendo nuevas funciones asistenciales.
Punto Farmacológico 148
Con la publicación de este Punto Farmacológico 148, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos se suma a la celebración del Día Nacional del Cáncer Infantil aportando un riguroso informe técnico que aborda la epidemiología del cáncer pediátrico en España, revisa los principales aspectos clínicos y el tratamiento de las neoplasias más frecuentes en niños y actualiza el papel asistencial que el profesional farmacéutico puede desarrollar en términos de educación sanitaria, detección precoz y optimización de la farmacoterapia.