Este 9 de septiembre se cumplen exactamente 60 años de la inauguración del Estadio Municipal Carlos Belmonte de Albacete. Entre la música de la Banda Municipal del momento, aquel día de plena Feria de 1960 congregó a miles de personas en la que fue recogida en la prensa local como “una fecha histórica”. El entonces alcalde, Carlos Belmonte, había hecho posible (no sin esfuerzos de todo tipo) que la gente de esta tierra pudiera disfrutar, desde esa jornada, de unas instalaciones como las que él le habían fascinado en la madrileña Ciudad Universitaria durante su época de estudiante.

Desde entonces, seis décadas de innumerables momentos que, este miércoles, han tenido su merecida celebración; quizás muy diferente (en lo que a cantidad de público se refiere, debido a las pautas de prevención que marca la pandemia) a la de aquel día de 1960, pero en absoluto vacía de corazón y de autenticidad.

La cita, organizada por el Albacete Balompié S.A.D. como principal ‘inquilino’ del mítico Estadio durante estos años, ha congregado en torno a un centenar de personas, representantes de distintos ámbitos de la sociedad local, provincial y regional.

En nombre del conjunto del territorio provincial, el presidente de la Diputación (que ha asistido acompañado del diputado de Deportes, Dani Sancha) ha intervenido durante el turno de palabra que, con cariño, ha coordinado el periodista albaceteño Sergio Sánchez e introducido históricamente el mítico Javier López-Galiacho. Santi Cabañero ha explicado a los y las presentes que, si bien siempre le encanta ir al Belmonte, hacerlo hoy ha sido para él un “auténtico privilegio», contemplando su inmensidad en un día como éste y tomando, además, la palabra “después de dos personas cuyos nombres están grabados a fuego no sólo en este campo, sino en la memoria y el corazón de cada albacetista, generación a generación: Juanito y Julián Rubio; y de uno de los hijos de quien lo hizo posible: el entonces alcalde, Carlos Belmonte”.

Impresionado por la estampa del momento, el presidente provincial ha afirmado que “no es de extrañar que aquel 9 de septiembre de 1960 (por desgracia, tan diferente a éste), miles de albacetenses (de la capital y de la provincia, incluso de otras provincias cercanas a ésta) se congregaran aquí para ser parte, en primera persona, de aquel momento histórico”.
Cabañero: “Este lugar ha sido testigo de buena parte de los momentos que han logrado sacudirnos la tensión, del suelo al cielo y viceversa, en un éxtasis de la vida misma, que es en definitiva lo que se concentra, en dosis de 90 minutos, en un campo de fútbol como éste a lo largo de los años”

Tal y como ha reflexionado, las circunstancias han impedido reeditar éste miércoles aquella cifra de asistentes; o el desfile de 200 atletas que les deleitó. En compañía, eso sí como entonces, de la actual Banda Sinfónica Municipal de Albacete, Cabañero se ha mostrado seguro de no equivocarse al afirmar que el centenar de personas que, aproximadamente, hoy ha estado presente en el acto “tenemos muy claro que representamos el cariño y la admiración equivalente no sólo a quienes estuvieron en este lugar tal día como hoy hace 60 años, sino a las miles y miles de personas que, a lo largo de estas 6 décadas, han sentido y sienten este lugar como una parte esencial sin la que ya no entenderían su tierra”.

El presidente provincial ha explicado que, se se preguntara a cada persona que ha estado (con mayor o menor asiduidad) en el Carlos Belmonte, cada una daría un motivo y hablaría de un recuerdo que la ha marcado. “Ahí está la grandeza de este lugar: que se ha ganado, por méritos propios, haberse convertido en sentimientos; y creo que ése es el gran partido que, día a día, gana este estadio (también de la mano de quien principalmente tiene aquí su casa: el Alba): el pulso al paso del tiempo, con la entrega de muchos hombres y mujeres que, con esfuerzo, han logrado y logran que todo Albacete se sienta parte de un sueño sin fin, que renace y crece con cada partido que acoge, y que comenzó con un alcalde que quiso para su gente lo que él había disfrutado en Madrid en su época de estudiante”, ha manifestado el presidente de la Diputación.
Cabañero: “Doy las gracias a las muchas personas que ‘han sudado la camiseta’ en torno a este lugar, dentro y fuera del terreno de juego; algunas nos acompañan hoy aquí; otras muchas, nunca coparon las páginas deportivas del momento ni aparecen en las grandes estadísticas, pero han sido tan importantes o más”

Santi Cabañero ha recordado aquello que se suele decir de que ‘son las emociones intensas las que nos hacen sentir plenamente vivos’, añadiendo que, “a tenor de esa frase, este lugar ha sido testigo de buena parte de los momentos que han logrado sacudirnos la tensión, del suelo al cielo y viceversa, en un éxtasis de la vida misma, que es en definitiva lo que se concentra, en dosis de 90 minutos, en un campo de fútbol como éste a lo largo de los años”.

Por eso, fundamentalmente, lo que ha querido es “agradecer el trabajo y la pasión de quienes lo han hecho posible durante años, y a quienes lo siguen haciendo” y, al hilo de esto, ha incidido en que “es mucha la gente que ‘ha sudado la camiseta’ en torno a este lugar, dentro y fuera del terreno de juego; algunas de esas personas nos acompañan hoy aquí; otras muchas, nunca coparon las páginas deportivas del momento ni están en las grandes estadísticas del lugar, pero han sido tan importantes o más”.

Cabañero ha insistido en que “la historia del Carlos Belmonte es la del conjunto de la provincia, avanzando imparable hacia la modernidad; compartiendo el espíritu que siempre nos ha caracterizado y que habla de humildad, de entrega y de compromiso”, concluyendo con un agradecimiento al trabajo de los actuales gestores del Club, personalizándolo en el consejero delegado y vicepresidente, Víctor Varela, y haciendo un llamamiento a mantener vivos “esos valores y ese principio de unidad que ha hecho de este estadio lo que es a lo largo de los años y que también ha dado forma a Albacete para que, de la mano, sigamos superando adversidades y escribiendo nuestra historia”.