Les presentamos la última obra, por el momento, del hellinero Raúl vizcaíno Jiménez.
Esta imagen está destinada a una capilla privada en Guadalajara, Obra de tamaño natural tallada sobre madera de cedro y policromada al óleo. Se trata de María en su SOLEDAD momentos después de la muerte de su hijo.
En esta imagen el autor intenta plasmar la crudeza del dolor de una madre y los rascos al natural de una mujer madura.
La Madre se encuentra desolada, los ojos semicerrados dejan entrever que están humedecidos por el llanto. Del lagrimal derecho se desliza el reguero de una lágrima y bajo sus párpados inferiores se marcan ojeras pronunciadas. La boca curvea hacia abajo marcando su tristeza. Su mirada se dirige hacia una vela que sostiene entre sus manos. La Madre velando el cuerpo de su hijo y esperando la Resurrección.